domingo, 31 de agosto de 2008

Las jerarquías

No hay abolengo, ni prerrogativas de sangre, titulo o cualquier otra cuestión que pueda establecer algún tipo de diferenciación entre los hombres. No existe sacerdocio ni monacato en el marco de la doctrina del Islam. Ni siquiera el hecho de haberse formado académicamente en el campo de las materias religiosas implica rango alguno. Cualquier musulmán puede presidir los actos rituales siempre que sea una persona de reconocida honestidad, piedad y sabiduría. Los religiosos de profesión dentro del Islam, denominados Iman o Sheij, cumplen de hecho las funciones de los actos de culto, pero son básicamente respetadas fuentes de consulta y docentes.

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